jueves, 25 de noviembre de 2010

Almacenamiento de agua en Yanacocha

En marzo del 2006, mes en que más llueve en Cajamarca, el caudal de agua en la parte baja del río Grande llegó a los 1300 l/s; mientras que en septiembre de ese mismo año (mes más seco) fue de 130 l/s. Eso da luces de la gran cantidad de agua que cae en la época de lluvias y las menores cantidades que hay en la época seca.
El agua que Yanacocha trata en el proceso se descargaba en la quebrada Pampa Larga. Anteriormente, se trataba una gran cantidad de agua en época de lluvias y en esa misma época era descargada. Sin embargo, era claro que el flujo de agua en la quebrada aumentaba en una época en la cual no existe una gran demanda de agua. Es en ese momento que Yanacocha desarrolla la idea de almacenar el agua tratada durante la época de lluvias para que esté disponible cuando es más necesaria: la época seca.

Reservorio San José

La actividad minera a tajo abierto genera grandes huecos en el terreno que pueden ser acondicionados para convertirlos en reservorios que podrían almacenar grandes cantidades de agua. Un ejemplo de esta oportunidad es el reservorio ubicado en el antiguo tajo San José, una obra de ingeniería pionera de la minería moderna nacional que cuenta con una capacidad de almacenamiento de 6 millones de metros cúbicos de agua tratada para ser utilizada en época seca. La capacidad de este enorme reservorio es equivalente a 6 veces el Estadio Nacional de Lima.
San José empezó a recibir agua tratada en noviembre del 2006 y ha comenzado a abastecer con agua desde mayo del 2007 a algunos canales de comunidades con los cuales Yanacocha tiene compromisos. Son cuatro los canales que benefician con este reservorio: Encajón-Collotán, Quishuar, Llagamarca y La Shacsha.
Estos canales fueron impactados por las operaciones de Yanacocha y sus usuarios han aceptado esta idea como una medida adecuada de mitigación, ya que son alrededor de 5000 agricultores los que tienen la posibilidad de recibir más agua de la que tenían y sobre todo, recibirla en el momento que más lo necesitan, que es en la época seca. Estos canales necesitan 3 millones de metros cúbicos durante todo el año; el reservorio San José tiene la capacidad de almacenar el doble de agua.
Siendo San José parte del proceso de Cierre de Minas de Yanacocha, se ha previsto un fondo que garantice la permanente operación de este activo ambiental, independientemente de que Yanacocha haya culminado sus operaciones de minado.

Diques Río Grande y Río Rejo

Estos diques, como se mencionó anteriormente, fueron construidos con el fin de controlar sedimentos. Pero en ellos también se presenta una oportunidad de reserva de agua para su descarga en la época seca. Estos dos diques tienen la capacidad de almacenar, en promedio, 600 mil metros cúbicos de agua. Agua que puede utilizarse cuando no llueve.
Durante los meses de marzo, los diques se mantienen completamente llenos de agua para así poder descargar esta agua durante los meses más secos. Estas descargas se realizan de manera programada con la Administración Técnica del Distrito de Riego (ATDR).
En la temporada seca del año 2005, del dique Grande fueron descargados hasta 58 litros por segundo adicionales (25% de agua adicional) al flujo base durante los meses más secos. En la temporada seca del 2006, se descargaron 81 l/s (35% de agua adicional) adicionales. En la temporada seca del 2007, se descargaron 82 l/s (36% de agua adicional). Agua que pudo perderse en época de lluvias en el río Marañón pero que estuvo disponible en el mes de agosto y septiembre y aumentó los caudales cuando menos volumen tenían.

 


Cuidado de la cantidad del agua en Yanacocha

Esto es lo que sucede con toda el agua de lluvia que cae sobre la cordillera cajamarquina: el 50% del agua se evapotranspira; el 40% se escurre por la superficie y corre por los ríos; y el 10% se infiltra al subsuelo. Es decir, sólo el 40% es el que, en teoría, debería ser aprovechada al máximo.

El total del agua que en temporada de lluvias corre por el río Cajamarquino (que es el río que drena toda la zona de Cajamarca y que es conformado por los ríos Mashcón, Chonta y Namora) es de aproximadamente 280 millones de metros cúbicos (fuentes: Estación Hidrométrica de Jesús Tunel). De estos 280 millones, 10 millones son utilizados por la ciudad de Cajamarca (4%); 68 millones los utiliza la agricultura (25%); 2 millones son utilizados en la minería (1%); y 200 millones de metros cúbicos siguen su curso por el río Marañón hasta el Océano Atlántico sin que puedan ser aprovechados por Cajamarca.

Resulta paradójico darse cuenta que en la temporada de lluvias la población suele mostrar su molestia frente a huaycos y deslizamientos; mientras que en la época seca, que va desde mayo hasta septiembre, se generan disputas por un litro por segundo de agua. Pero la buena noticia es que agua hay en Cajamarca, en grandes cantidades y durante seis meses, lo que se requiere es hallar los mecanismos para que ésta agua esté disponible durante todo el año.

Monitoreo permanente de la calidad del agua

Yanacocha lleva a cabo un monitoreo constante de la calidad de las aguas que salen de la zona de operaciones.

Monitoreos internos

Existen más de 200 lugares de monitoreo interno y su frecuencia varía dependiendo de la criticidad de las actividades que se realizan en la zona. Los monitoreos pueden ser cada hora o trimestrales según lo requiera el punto a analizar. Estos monitoreos son llevados a cabo para el propio control operativo de Yanacocha en uno de los laboratorios ambientales más moderno de América Latina. Al finalizar el año 2005, este laboratorio obtuvo la acreditación ISO 17025 norma con la que sólo se reconoce a laboratorios que operan bajo una óptima gestión de calidad y competitividad. El laboratorio renovó su acreditación el año 2006 y en el año 2008.


Monitoreos participativos

Se ejecutan en las zonas de descarga de agua y otros puntos establecidos fuera del área de operaciones. Esta es la mejor forma de mostrar transparencia hacia la opinión pública, ya que los análisis de las aguas se llevan a cabo en conjunto con representantes de las comunidades y con instituciones y autoridades que toman parte en los diversos procesos de vigilancia de la calidad de las aguas.

Actualmente existen ocho programas de monitoreo en los que participan diversas entidades que validan y verifican los análisis llevados a cabo en los distintos canales y ríos de la zona de influencia de las operaciones. Algunos de estos monitoreos han empezado a ejecutarse en 1996; es decir, se tienen ya once años de información que ha sido recolectada de forma conjunta con entidades como Sedacaj, la Dirección Regional de Energía y Minas (DREM), entre otras.

Otros monitoreos participativos se iniciaron recientemente, como el de Combayo. En él, para dar un ejemplo de la cantidad de organizaciones que forman parte de estas acciones, participan la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental Cajamarca (DESA Cajamarca), representantes de la comunidad de Combayo, la DREM, la Autoridad Técnica del Distrito de Riego (ATDR) y Yanacocha. Como ocurre en todos los monitoreos, las muestras son recogidas de manera conjunta entre los participantes y son enviadas a un laboratorio certificado en Lima escogido por los mismos representantes de la comunidad. Los resultados de análisis de calidad de agua se reportan a las autoridades respectivas y a las partes involucradas en el proceso de colección de muestras.

Una de las grandes ventajas de estos monitoreos, es que existe colaboración e independencia de las partes y participan los más interesados, que en este caso son los usuarios directos de las aguas. Los representantes de las comunidades son capacitados, además que son ellos quienes escogen los lugares de toma de muestras así como los laboratorios certificados donde se analizan las muestras. Estos programas de monitoreos han permitido detectar problemas puntuales en la calidad de agua, sean estos causados o no por las actividades mineras, que se han solucionado oportunamente.

A partir del año 2007, se empezó hacer público, a través de publicaciones en diarios locales, la calidad del agua de los ríos a raíz de los monitoreos participativos que ejecutan las comunidades conjuntamente con las autoridades competentes. Asimismo, todos los resultados de monitoreos externos se encuentran disponibles en el Centro de Información de Yanacocha (ubicado en la ciudad de Cajamarca), así como todos los Estudios de Impacto Ambiental realizados hasta la fecha.

Monitoreo de calidad y cantidad de agua en tiempo real utilizando telemetría (ph, flujos, turbidez, lluvia, exploración)

Yanacocha posee estaciones meteorológicas ubicadas en las zonas de Huandoy, Yanacocha, Mirador y Maqui Maqui; así como estaciones de calidad de agua ubicadas en el río Grande y río Rejo. Estas estaciones envían información cada 15 minutos a una repetidora que recepciona toda la información y la envía inmediatamente a las oficinas de Medio Ambiente de Yanacocha.

De esta manera, se puede detectar cualquier tendencia que potencialmente podría generar un problema ambiental para, de ser necesario, poder tomar acciones y prevenir problemas antes de que estos se produzcan.

Aguas de lavaderos de vehículos

Al lavar los vehículos, el agua queda impregnada de tierra, barro y muchas veces también de restos de hidrocarburos. Toda el agua utilizada en el lavado de vehículos y maquinaria es también llevada a una planta de tratamiento especial que permite limpiarla de residuos tóxicos, propios del contacto del agua de lavado con aceites y combustibles, y sedimentos que puedan afectar su calidad.

Plantas de tratamiento de aguas servidas

En Yanacocha existen 14 plantas de tratamiento de aguas servidas ubicadas en todas las instalaciones de la empresa. Todas estas aguas son debidamente tratadas antes de ser devueltas al medio ambiente. Yanacocha cuenta con la autorización de la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA) para descargar esta agua, previamente tratada, en puntos específicos. La calidad de agua descargada al medio ambiente es continuamente monitoreada y los resultados son remitidos periódicamente a las autoridades respectivas.



Plantas de tratamiento de aguas ácidas

En el tratamiento de aguas ácidas (presentes en forma natural en las aguas subterráneas y superficiales de las zonas de Jalca) se utilizan reactivos tales como la cal, que permite neutralizarlas y tratarlas adecuadamente. Esto tiene que ver con el pH, que es una unidad de medida de la acidez de los líquidos. La legislación ambiental vigente establece que el pH adecuado para cualquier uso debe estar entre 6 y 9 unidades; valores menores a este rango son considerados aguas ácidas. Al neutralizar el agua por efecto de los reactivos, el pH llega a fluctuar dentro del rango indicado y, con la ayuda de sustancias floculantes y coagulantes, se separa los metales y demás partículas que afectan la calidad del agua; así el líquido es devuelto al medio ambiente en las condiciones adecuadas.

Plantas de tratamiento de aguas de exceso convencionales y de Ósmosis Inversa

Las aguas de exceso se originan en la temporada de lluvias que transcurre entre los meses de octubre y abril. El agua que cae en grandes cantidades sobre la zona de operaciones, ingresando a las pilas de lixiviación y a las pozas de procesos, genera un excedente de agua en el sistema que es necesario liberar ya que afecta el proceso de producción y puede poner en riesgo su capacidad de contención. Previamente tratada, el agua es enviada de regreso al medio ambiente.

Hace tres años, la planta Yanacocha Norte implementó y mejoró este tratamiento de aguas de exceso incorporando un nuevo sistema con tecnología de punta denominado Tratamiento de Aguas por Ósmosis Inversa. El agua de exceso, empujada por la presión de un sistema de bombeo, se hace pasar por unas membranas especiales muy finas, las que, sin el uso de reactivos químicos y con una alta eficiencia, atrapan el contenido de metales y otras sustancias, dejando pasar el agua ya libre de elementos perjudiciales para el medio ambiente.

En octubre del 2006, el Consejo Nacional de Medio Ambiente (CONAM), el ente ambiental más importante del país, distinguió a Yanacocha con un Certificado de Experiencia Exitosa en el “Premio Nacional a la Producción más Limpia y a la Ecoeficiencia”.